Un año más celebramos el Día Internacional de la Mujer, en su origen de la Mujer Trabajadora, pero no es un año cualquiera. En el último año, hemos vivido la más grave pandemia sanitaría que nos ha marcado a todos los ciudadanos, y que nos impide salir a la calle a movilizarnos, y a seguir luchando por nosotras, y este año de modo especial por la mejora de unas condiciones de trabajo que no están a la altura del servicio que prestan todas aquellas mujeres que trabajan, cuidan, y viven, dejando su piel y una parte de sí mismas en su quehacer diario.
Hoy y en el mes de marzo, dedicamos nuestra web a la sanidad y al colectivo de la Enfermeras que han resultado absolutamente cruciales en el acompañamiento y recuperación de todos aquellos que hemos estado ingresados en los hospitales a lo largo y ancho de nuestro territorio, y hemos tenido la fortuna de salir adelante. Ellas han sido las que han estado en el día a día del proceso incierto de esta enfermedad y han aliviado la soledad y el aislamiento que provoca, doblando turnos, y poniendo en riesgo su salud y bienestar, como lo estuvieron las trabajadoras de ayuda a domicilio y las del servicio de hogar en los domicilios, cuidando de nuestros mayores, y personas dependientes. Desde aquí hemos dedicado a cada uno de dichos colectivos nuestra página, y sobre todo hemos escuchado sus quejas y reivindicaciones, porque no podemos más que sentir agradecimiento. Pero lo importante, y que todavía no ha llegado, es la voluntad política de abordar el tratamiento de dichas profesiones declaradas como actividades esenciales, con unas CONDICIONES DE TRABAJO DIGNAS Y JUSTAS. Pese a todo, sabemos que ellas continuarán desempeñando su labor, con el mismo talante, se volverán a convertir en la pieza clave de la vacunación con la misma vocación de servicio, incluso, aunque sus condiciones se deterioren, pagando los efectos de la crisis, pero nosotros como sociedad no lo deberíamos consentir. Por eso desde aquí nuestro merecido homenaje, para que quien las quiera escuchar, tenga la oportunidad de hacerlo. POR ELLAS, GRACIAS!!»
M. Luisa Molero Marañón