En el conjunto de la UE, la tasa de desempleo de las mujeres era del 7% en septiembre, frente al 7,2% de agosto. Por su parte, la de los hombres se situó en el 6,5%, frente al 6,6% de agosto de 2021. En la zona del euro, el desempleo femenino disminuyó del 7,9% al 7,7%, mientras que el masculino pasó del 7,2% al 7,1%.

La pandemia aviva el desempleo

Los datos muestran que esta brecha se había incrementado en España en los últimos años, pero lo cierto es que la pandemia ha golpeado especialmente a las mujeres, que sufren mayores tasas de desempleo, salarios más bajos y contratos más precarios. Estos problemas se suman a las dificultades que suelen tener para conciliar la vida profesional y familiar.

De hecho, hubo meses durante la crisis sanitaria en los que el paro se sufrió de una manera más desigual entre géneros. Por ejemplo, en junio de este mismo año, cuando la tasa de desempleo de las mujeres todavía se situaba en el 17,4% y la de los hombres, en el 13,4%, según los datos de Eurostat.

Los primeros meses de este año fueron los peores para el desempleo femenino. En enero y febrero el número de desempleadas creció hasta los 2,3 millones, el dato más elevado de la pandemia, y desde entonces se ha ido reduciendo hasta los 1,9 millones actuales. Entre los hombres, el paro se sitúa en los 1,3 millones. En este sentido, la diferencia sigue siendo llamativa.

En cuanto a las mujeres empleadas, los datos de estructura salarial de 2019 publicados el pasado mes de junio reflejan que en 2019 la diferencia de salario entre hombres y mujeres fue de 5.200 euros en la contratación indefinida, lo que supone una brecha del 24%. Es decir, que el salario de las mujeres todavía debe aumentar un 24% para alcanzar la media de los hombres.

Carolina Vidal, secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO explica que «hay muchas mujeres desempleadas porque normalmente acceden a empleos que son precarios y hay una limitación formativa». Y aunque en el último mes el desempleo de las mujeres ha bajado en un porcentaje mucho mayor que el de los hombres, «la brecha de mujeres paradas sigue siendo una realidad» y se necesitan «medidas positivas» desde el Gobierno y desde las empresas «para romperla».

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