La pandemia agravó la discriminación laboral de las mujeres y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) dispararon la brecha salarial hasta casi un 30%, según un estudio realizado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
Este informe se ha realizado analizando diferentes indicadores (Agencia Tributaria, Seguridad Social, Encuesta de Población Activa, Boletín Estadístico de las Administraciones Públicas, Presupuestos Generales del Estado), según ha informado el sindicato.
El estudio determina que los efectos derivados de la pandemia del Covid-19 han perjudicado de forma específica al equilibrio entre vida personal y laboral entre hombres y mujeres y ha perpetuado la «ya de por sí elevada» brecha salarial y las diferencias en el ámbito de trabajo.
Así, en 2021 la brecha salarial se situaba en el 19,8%, lo que supone un 0,41% menos con respecto a 2020, el año crítico de la pandemia. El salario medio anual era de 23.724 euros para los hombres y de 19.011 euros para las mujeres.
Desde CSIF apuntan que, «de continuar a este ritmo, se tardarían 50 años en eliminar esta desigualdad salarial».
Además, el sindicato señala que, si se analizan los salarios medios de los ERTE en 2021 (16.645 euros para los hombres y 11.725 euros para las mujeres), la brecha salarial se eleva hasta el 29,6%.
El análisis de CSIF muestra también que la diferencia entre hombres y mujeres con contratos temporales se ha multiplicado por 12 desde la pandemia. Según la última EPA, si en el último trimestre de 2019 había 27.700 mujeres más en contratación temporal, en el mismo periodo de 2022 había 333.900 más.
El informe también destaca que los últimos datos de la EPA recogen que el número de mujeres contratadas a tiempo parcial triplica al de hombres. En la misma línea, el número de mujeres que trabajan a tiempo parcial para el cuidado de familiares se sitúa en 333.200, mientras que en el caso de los hombres es de 25.300. «Por cada hombre que se ha acogido a esta modalidad laboral hay 13 mujeres», apunta CSIF.
En cuanto al paro, se señala que hay más mujeres (1,6 millones frente a 1,4 millones de hombres) y que en los matrimonios españoles hay casi el doble de mujeres que hombres en paro (700.200 mujeres frente a 411.500 hombres).
En las administraciones públicas, este estudio destaca que el número de mujeres con contratos temporales es el doble que el de hombres, mientras que las mujeres con contratos a tiempo parcial es casi el triple. Además, indica que el número de mujeres que se acoge a excedencias por cuidado de familiares casi cuadruplica al de hombres, y lo sextuplica en el caso de reducciones de jornada.
Del mismo modo, CSIF apunta que aún hay comunidades autónomas que no cuentan con planes de igualdad, centenares de ayuntamientos carecen de estas directrices y la propia Administración General del Estado tiene paralizado su desarrollo.
Es por eso que llama al Gobierno a realizar un análisis y evaluación anual de la brecha de género tanto en las administraciones públicas como en empresas privada, así como los efectos que ha tenido la pandemia, con medidas específicas para fomentar la conciliación y la corresponsabilidad en el reparto de tareas.
Pero no es la única propuesta que el sindicato ha realizado al Gobierno contra la desigualdad laboral entre mujeres y hombres. CSIF también ha reclamado la implantación de medidas de conciliación sin pérdida retributiva; el impulso de plazas públicas gratuitas para escuelas infantiles de 0 a 3 años; la creación de normativa específica para realizar auditorías retributivas en las administraciones públicas; la integración del enfoque de género en el sector público; o la creación de la figura del delegado sindical especializado en Igualdad y contra la violencia de género en cada centro de trabajo.