Las mujeres de más de 55 años y las mujeres desempleadas de muy larga duración, es decir, más de 24 meses, son el perfil más habitual de una persona desempleada1. En concreto, las mujeres de más de 55 años representan el 18,9 % del total de parados en este país. Prácticamente, uno de cada cinco parados es una mujer de esta edad.
A medida que avanza la edad, el riesgo de desempleo aumenta. Los menores de 30 años, que se incorporan gradualmente al mundo laboral después de finalizar sus estudios, no experimentan tasas de desempleo tan elevadas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en España hay una mayor población con más de 54 años que entre 16 y 30 años.
En cuanto al tiempo en situación de desempleo, el perfil vuelve a ser claro: una mujer. La mitad de las mujeres desempleadas llevan más de un año en esta situación, y el 18,3 % ha estado desempleado durante más de dos años. Este porcentaje destaca significativamente, casi duplicando al siguiente grupo, que son los hombres con más de dos años en paro, representando el 10 % del total de desempleados.
En resumen, las mujeres mayores de 55 años enfrentan desafíos específicos en su búsqueda de empleo, y las políticas para fomentar la igualdad en el trabajo deben abordar estas disparidades. Es fundamental lograr una corresponsabilidad real para evitar que las mujeres sigan siendo las más perjudicadas por las responsabilidades de cuidado1.